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25 abril 2013

AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS: HOY EN 1950

25 DE Abril de 1950
Hola amiga, gracias por venir. Tienes tiempo? Quédate un ratito y disfruta de esta nueva sección: Aquellos maravillosos años. Espero que te guste
En estos días del 1950 en todas las reuniones se hablaba de avistamientos de ovnis. El diario ABC lo cuenta con mucha “guasa” así:
“Los aviadores de la Iberia lo han visto. Y lo contaron hoy, entre las palmas del aeródromo habanero de Rancho-Boyeros. El comandante Bay, ese andaluz con aspecto nórdico, me lo describe. Todos los demás aviadores coinciden en el relato. Era una gran bola, altísima e inmóvil, parada en el aire. Tenía como un resplandor blanco. Y se movía, de pronto, con una rapidez increíble; volviéndose a quedar fija, clavada en la atmósfera. Según me dicen, en Méjico, estos platillos voladores empiezan a obsesionar. Aseguran que ayer, en la “Avenida Juárez” de la capital, la gente miraba constantemente al cielo. Y que desde el aeródromo se vió evolucionar a una de estas misteriosas esferas durante cerca de tres horas. Y surge, en el aeródromo, una discusión como aquellas del XVIII sobre la “pluralidad de los mundos habitados”.
-Deben ser los rusos.
-¿Qué interés pueden tener en que se descubran sus secretos? Harían sus experimentos en Siberia, dentro de su territorio.
¿Y los norteamericanos?
-Tienen los mismos motivos que los rusos para no divulgar sus inventos.
Bay aputna la idea, cada vez más extendida en la Prensa norteamericana.
¿Por qué no los marcioanos?
NO merecería ser poeta si no me adhiriese rápidamente a esta hipótesis misteriosa y un poco absurda.
Alguien replica:
Es un planeta casi sin agua; frío. Con una atmósfera muy poco densa.
Pero las posibilidades de adaptación de la Vida son infinitas. Si desde un planeta formado únicamente de tierra se contemplase a otro totalmente marino, como una bola de agua, los “terrestres” pensarían que en el era imposible la vida. Pero al Creador le basta con hacer unas incisiones en el cuello, llamadas “branquias”, para poblar a los profundos océanos.
El aire, antes de la Aviación, tan soso, tan estéril, tan vacío, está ahora poblado de leyendas. Es el nuevo “Mare Tenebrosum” de antes de las tres Carabelas.
Hace unos meses, el capitán Clarence S. Chiles, ex piloto de mando de los Transportes Norteamericanos, y el piloto John V. Whitted hicieron una declaración oficial, que parece pura poesía. Volaban a bordo de un DC-3 de la Eastern Airlaines en ruta para Atlanta(Georgia), procedentes de Montgomery (Alabama), cuando cruzaron con un objeto brillante que iba a increíble velocidad. Tenía la forma de un cigarro. No poseía alas. Cuando pasó a su lado vieron “dos filas de ventanas a lo largo del fuselaje: éstas brillaban con un cegador resplandor blanco: una luz azul-oscura corría a lo largo de la forma, por degajo. Una llama rojo-naranja salía del escape; y sacudió al DC-3 cuando el proyectil viró y se perdió de vista”.
(.....)
Hace tres días, también se han visto los platillos en la Habana. Un médico cubano, un hombre de ciencia, nada fantástico y de gran espíritu crítico, me los describió volando en la cálida noche tropical, “con gigantesco collar de perlas; con una luz suavísima, kechosa, como si la recibieran desde abajo; serían como veinticinco esferas. Y lo que más le impresionó era “la sensación de inteligente dominio, de seguridad y estabilidad”.
La señora Sam Raguidim, de Chualar, en California, declaró ayer que una extraña esfera “buceó” sobre su automóvil. El objeto parecía que estaba formado por platos unidos y despedía una luz blanco-azulada que hería la vista “como antorcha eléctrica de un soldador”.
(....)
Pero es el caso que también se exaltan y se impregnan de misterio las frías estadísticas; los archivos de “Proyect Saucer”, de la Air Force americana revelan que existen 375 incidentes de objetos voladores no idenrificados, de los cuales 341 habían sido explicados a satisfacción de la Aviación de guerra norteamericana. Pero que “no había explicación alguna para 34 incidentes”.
¿Serán ahora realidad las profecías de Wells, el Julio Verne del siglo XX? El hizo en su “Guerra de los Mundos”, decender a los marcianos, minúsculos y gelatinosos, de enormes cabezas, en los alrededores de Londres. Armaron sus torres y emplearon el “Rayo de la Muerte”(anticipación de los Rayos Cósmicos), con el cual fundieron nuestras armas y nuestras escuadras, siendo al fin destruidos por nuestros más pequeños compañeros de astro; los microbios.
Esta noche, en la piscina de los condes de la Enjarada, el tema de los “enanos de Marte” domina toda las conversaciones:
Me alegraría que llegaran- dice mi compañero Manolo Villegas- porque, dada la monotonía y la uniformidad de todos los países, ellos animarían un poco este mundo.
-Acaso esos discos- sugiere, imaginativa, Carmen Enjarada- sean como cubos donde vienen a recoger el agua que les falta.
Y otro aprensivo conjetura esperanzado
-Tal vez conozcan la curación del cáncer.
Y una bella señora, ya en el otoño, suspira:
-O el secreto de la eterna juventud.
Y otra mas joven, mas exigente:
-¡Pero son tan bajitos!
Y un europeo comenta:
Áhora seremos todos América. Los indios en la playa esperando a este nuevo Colón.
Y ha surgido un patriota insólito, el patriota terrestre:
¡Qué nos importarán ahora los rusos, aunque sean soviéticos! Tendremos que unirnos todos contra ellos.
Y un Angel Enjarada apunta observador:
-Fijaos que los vuelos de los objetos voladores son generalmente sobre el Sur-oeste de los Estados Unidos; donde en Julio de 1945 ocurrió por primera vez en la tierra una explosión atómica.
Según eso- le replico- la cacareada bomba atómica fue simplemente nuestra hoguera de Robinsones del espacio pidiendo auxilio.
Y al decir esta frase, todos nos hemos asustado de nuestra soledad.
¿Son estos enanos gelatinosos los arcángeles que nos brinda la fría religión de la Ciencia?
La noche tropical habanera fosforece de estrellas y planetas sobre nuestras cabezas. Y uno, de espíritu religioso, me pregunta:
-¿Se referiría a ellos Jesucristo cuando dijo: “Tengo otras ovejas que no son de este redil”?
-El haga- le contesto- que esas ovejas no sean lobos.
Porque, como en las antiguas religiones y mitologías, es posible que las futuras batallas se den no en el aire, sino en los Cielos.”
Artículo de Agustín de Foxa(Conde de Foxa) para el diario ABC del 25 de Abril de 1950
Tienes alguna opinión al respecto? Alguna experiencia de este tipo? COMPARTELA, nos encantará oirla!!!




2 comentarios:

pepa dijo...

en los sesenta tambien era muy normal el tema extraterrestre, sobre todo a raiz de ir a la luna, es mi primer recuerdo, por la que se organizo, era una niña que en realidad no le importaba mucho todo esto,pero si me apasionaba las novelas de ciencia ficcion y he leido muchas, pasados estos tiempos de los diecisiete, nunca mas crei y por supuesto con la edad mi excepticismo es mayor, la imaginacion nos juega malas pasadas y de jovencita tuve miles de sensaciones extrasensoriales que a veces me daban bastante miedo, aquello tambien paso y ahora creo en pocas cosas relacionadas con este tema y con otros, muy buen articulo, besos y buen finde

Tamara dijo...

Madre mía, ¿Cómo consigues estos periódicos??? Un besazo.

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