¡FELIZ DIA, MUJERES!

Somos afortunadas, amigas. Hoy es el día de la mujer trabajadora o el día internacional de la mujer. Una larga lucha ha sido necesaria para este reconocimiento. Desde la Revolución Francesa, en que las parisinas marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino, hasta principios del siglo XX, cuando ya se proclamó el día internacional de la mujer trabajadora en Copenhague, a propuesta de la dirigente comunista alemana, Clara Zetkin, como día de lucha por los derechos de las mujeres: derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

Desde entonces, “El Día Internacional de la Mujer es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de los derechos de la mujer.”

Pero todavía queda mucho camino por recorrer. Conseguir esta igualdad no es fácil, exige mucho a las mujeres, sus obligaciones han aumentado considerablemente, porque sobre ella sigue recayendo la responsabilidad de la organización del hogar y el cuidado y educación de los hijos. Son pocos los hombres que han asumido que esas tareas deben ser compartidas. Así que las mujeres intentan compatibilizar su carrera profesional con su vida familiar.

Según varios estudios sobre las profesiones femeninas, las mujeres tienden a elegir profesiones que les permitan pasar mas tiempo con sus familias y priman el buen ambiente de trabajo. Esto trae como consecuencia, salarios bajos: se considera que tienen menor necesidad de ingresos que los hombres. Una gran flexibilidad: son mas dóciles y no se quejan del trabajo o las condiciones de éste. Bajo prestigio social y menos poder decisorio en su trabajo. Estos mismos estudios analizan el porque las mujeres no suelen alcanzar puestos de liderazgo, y es por que, no se “venden bien”. Piensan que si trabajan duro, los jefes reconocerán su valía... pero esto no suele ocurrir. Nuestra situación solo mejorará si se aplican medidas de política social, encaminadas a transformar las estructuras sociales.

Y esto solo se puede conseguir eliminando clichés trasnochados y prejuicios. Las instituciones deben facilitar a las mujeres el acceso a un abanico más amplio de profesiones y aumentar sus oportunidades de ascenso sociales y políticas. Buscar nuevas formas de trabajo y de convivencia que hagan compatibles el trabajo doméstico y el profesional. Solo así la igualdad de derechos de las mujeres en la sociedad del futuro se hará realidad.

Por eso, amigas, hoy no es solo un día de regocijo y celebración, sino un día para reflexionar, y exigir mas cambios encaminados a conseguir la plena igualdad.

¡Feliz día, Mujeres!